PLIEGO DE PETICIONES UNIFICADO

El presente documento tiene como objetivo presentar una serie de preguntas y respuestas sobre los principales logros y proyecciones del reciente PLIEGO DE PETICIONES UNIFICADO DE LAS ORGANIZACIONES SINDICALES DEL SENA 2024-2026. Este acuerdo representa un hito significativo en la defensa y fortalecimiento de los derechos laborales de los empleados de la institución, consolidando avances en diversos frentes y estableciendo un marco de garantías para el futuro. 


¿Cuáles son los principales derechos adquiridos por los empleados del SENA?

Los derechos adquiridos incluyen lo pactado en acuerdos anteriores (2021 y 2018) sobre derechos laborales colectivos e individuales.

¿Cómo se garantiza la progresividad de los derechos laborales en este acuerdo?

El SENA aplicará el principio de favorabilidad y progresividad en los derechos adquiridos y no permitirá regresiones.

¿Qué criterios se utilizarán para la ampliación de los 5,000 nuevos cargos propuestos?

La ampliación de planta se basará en estudios técnicos en 2025, priorizando áreas clave como planeación y administración.

¿Cómo se involucrarán las organizaciones sindicales en la creación de estos nuevos puestos?

Las organizaciones sindicales participarán en mesas técnicas para definir los cargos y procesos a priorizar.

¿Qué medidas propone el SENA para la protección de dirigentes sindicales amenazados?

Se creará el Comité Especial de Amenazados para garantizar la integridad de los dirigentes sindicales.

¿Qué cambios se proponen en el presupuesto destinado a programas de bienestar social?

El presupuesto aumentará el IPC más 10 puntos para 2024 y 2025, proporcional a la ampliación de planta.

¿Cuáles son las actividades recreativas y beneficios adicionales que se incluirán para los empleados?

Los empleados tendrán 6 días de actividades recreativas y familiares en la semana de confraternidad.

¿Qué tipos de capacitaciones se ofrecerán a los empleados?

Se ofrecerán tres capacitaciones anuales (dos presenciales y una virtual) con mínimo 40 horas de duración.

¿Cómo se gestionará la creación de la Escuela Nacional de Administrativos?

La escuela se encargará de la formación y actualización de administrativos, promoviendo su desarrollo profesional.

¿Qué modificaciones se proponen para ampliar los beneficios del fondo de vivienda?

Se incluirán empleados vinculados desde 1998, y se facilitará el uso del crédito para compra de lote y construcción.

¿Cuáles son las principales mejoras propuestas para la seguridad y salud laboral?

Se actualizarán las condiciones de infraestructura y se implementarán brigadas de emergencia en cada centro del SENA.

¿Cómo afectará la modificación del manual de funciones a la estructura organizacional del SENA?

Se ajustará el manual a las necesidades del servicio, con la participación de las organizaciones sindicales.

¿Qué ajustes se realizarán en la política de teletrabajo?

Se actualizará la política para empleados con discapacidad, conforme a la Ley 1221 de 2008, permitiendo flexibilidad.

¿Qué incrementos se proponen para las primas por antigüedad?

Los incrementos propuestos son de 2.5 a 4 veces el salario para empleados con 25 a 40 años de servicio.



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Como debió ser desde el principio




SETRASENA se complace en informar que, tras el acatamiento del fallo judicial que nos dio la razón y luego de un desgaste administrativo y una pérdida de tiempo y recursos totalmente evitable, se realizó por fin el proceso de unificación de pliegos. En un ejercicio democrático se llevó a cabo un debate álgido y propositivo que permitió conocer las posturas y solicitudes de todos los sindicatos habilitados para tal fin, como debió ser desde el principio.  

El consenso permitió la elaboración de un pliego unificado que recoge cada una de las solicitudes de las organizaciones sindicales, hubo muchas solicitudes en común, otras se nutrieron entre sí y otras prevalecieron al ser únicas en los pliegos. De esta manera se aseguró la coherencia, con alta posibilidad conseguir acuerdos. Tal y como debió ser desde el principio.  

Si bien es cierto que la balanza sigue inclinada dado el número de miembros en la comisión negociadora, queda claro que SETRASENA es mucho más que una minoría, en la actualidad somos el único contrapeso real para liderar esta negociación, como debió ser desde el principio. En SETRASENA, como ya lo hemos dicho antes, nos seremos siete mil, pero no somos servil de un patrono traicionado.

EL CONCILIO REAL

 

EL CONCILIO REAL

Una historia basada en hechos reales

La cosa fue más o menos así.

En un reino muy muy cercano había un rey que contaba en su cohorte con un grupo de consejeros, todos ellos elegidos democráticamente, pues representaban al pueblo. Pero había algo que no sabían en el reino y era que el rey acostumbraba sentarse a comer en la misma mesa con solo uno de ellos, el más regordete, bigotudo y comelón.



Algún rey pasado había propuesto en el reino una estrategia para dirigir las iniciativas reales, vinculando al pueblo por medio de representantes que, cada cierto tiempo se reunirían para concertar acuerdos, una loable estrategia para que un rey, sin dejar de ser rey, no caminara a ciegas con solo su propia visión del reino.

Para el rey actual era claro que este obeso consejero, con su grupo de atarvanes gavilleros generaba el suficiente temor en el reino como para mover la balanza a su favor. Entonces sentados en una de sus francachelas planearon cómo sería su próximo concilio real: Una mesa en la que solo ellos y sus egos pudieran sentarse a dialogar.

En el consejo había un caballero joven, no tan apuesto, pero muy inteligente, que notó la posible estratagema. Con lo cual, valiéndose de su ingenio, convocó a los sabios del reino para analizar la situación. Entre tanto, el concilio comenzó. Todos los consejeros llegaron a la mesa, unos vestidos de verde, la mayoría, otros de rojo y azul, otros de rojo solamente, algunos amarillos. El regordete y risueño consejero, sentado junto al rey, miraba cómo todos tomaban su lugar. De apoco se fueron acomodando hasta que el rey habló.

– Bienvenidos al Concilio Real, en esta ocasión habrá algunas condiciones, los consejeros que huelan a feo deben irse. - Ante lo cual salieron unos cuantos. – También aquellos cuya cintura mida menos de doscientos centímetros deben salir. - Otros tantos abandonaron. – Y, por último, los que no tienen bigote, gracias por venir, pero deben salir. – Así fueron saliendo uno a uno los consejeros, algunos antes de irse guiñaban el ojo al gordinflón. Otros agarraban como podían una presa de los pavos dispuestos en la mesa y salían comiéndoselo tranquilamente. El joven caballero, en cambio, indignado, trató de oponer resistencia. – Su alteza, esto es absurdo, ¿cómo en su magnánima cabeza caben tales exigencias, que nada tienen que ver con lo que aquí vinimos a hacer? – El rey se disponía a responder, pero lo interrumpió el gordo que, atragantado con un baboso hueso de pavo en la boca dijo – ¿Y quién es usted para cuestionar al rey?, mejor salga porque le falta mucho pelo para tener bigote.

El joven se retira y se da inicio al concilio real. Ingresan al recinto los secuaces del obeso, con carcajadas celebraron su proeza, acto seguido empezaron a disponer en pergaminos las cuentas. El rey animado por los halagos del barrigón y sus lacayos propuso cuanto quiso, los demás solo tomaban nota de todo ello.

Afuera, los habitantes del reino reclamaban a sus consejeros por su ausencia, pues ya no estarían representados. El concilio avanzó un par de semanas, entre tanto, el grupo de sabios analizó la situación, se consultó el pergamino real del antiguo rey que había creado el Concilio y en uno de sus apartes rezaba “El único requisito para elegir a los consejeros será la decisión popular y sus regulaciones para que haya igualdad de participación, quien ose cambiar las reglas será tomado por tonto.”

Los sabios llamaron al joven caballero para mostrarle su hallazgo, - Joven caballero, lo que ocurrió en el concilio fue una injusticia, por más ridículos argumentos que esgrima el nuevo rey, no hay cabida al desacato. Sírvase Caballero interrumpir ese "Concilio Ficticio" y comiencen según la ley.

El regordete y el rey, cansados de tanto vino y comida, yacían adormilados junto a montones pergaminos escritos. El caballero irrumpe en la sala con los sabios y un par de guardias, sobresaltados los lacayos brincan de sus asientos profiriendo improperios. – ¡Abuso! ¡Intrusos! ¡Abuso! – No había argumentos.

Los guardias incautaron todos los pergaminos que automáticamente fueron anulados. Los consejeros entraron nuevamente y al rey y al regordete no les quedó mas que iniciar nuevamente el Concilio, con justicia, democracia y equidad, tal como se había hecho siempre.

Juan Pablo Monroy Quintero

 


Este es el contexto de la historia.



ANCLADO EN EL TIEMPO

Hay una constante en el SENA Santander que me viene dando vueltas en la cabeza hace rato y no he podido, hasta ahora, sacarlo. Nos encontramos en una situación compleja, en aumento y sin retorno. El SENA está anclado en el tiempo y, al parecer, retrocediendo. He escuchado historias épicas de la institución nacida a la rivera del rio parisino creada para resolver múltiples necesidades de una nación que, desde siempre, se ha regodeado de ser el coloso del cono sur, cuando apenas si estamos siendo la punta de un rombo enrarecido.



Hombres canos sentados en la razón, porque solo han sido hombres los que he escuchado de esa manera, pueden demorar horas explicando cómo es que desde su experiencia han tenido las mil maneras de resolver los conflictos, otras tantas estrategias para mejorar procesos y unas tantas más para responder a retos que parecieran imposibles. Pero va uno a mirar el actual acontecer de sus carreras y algunos ya acomodados con bonificaciones, ilegales algunas y que ya están en proceso, y otros, detractores de reelecciones y reformas, que se niegan a pensionarse y dejar el paso a las nuevas generaciones. Y ese es el punto que considero necesario ahondar. Seguramente a las nuevas generaciones, como a ellos en su momento, tal vez, se nos van a tener que ocurrir las maneras para poder seguir imaginando una institución posible, viable, o al menos competitiva.

Esos discursos de todo lo que supuestamente puede hacer un servidor público si está en gavilla y dispuesto a lo que sea por defender supuestos derechos, se caen por su propio peso cuando la gavilla declara a un enemigo común: el que no esta con nosotros está contra nosotros. Esas pequeñas mafias totalitaristas que pretenden quedarse con todo, como un niño que cubre con sus brazos los juguetes para que nadie se los toque, ese mismo niño mocoso y cagado que no sabe que debe escupir el chupo para poder hablar y reconocer que el tiempo ha pasado, que el barco está a la deriva y que solo unos cuantos están intentando, como pueden, evitar que se hunda. Esa es más o menos la sensación cuando se habla con los funcionarios, una desazón, una desesperanza, una desidia que pareciera contagiosa. Cuan complejo resulta tratar de hacer que la tripulación de esta nave mire al horizonte. Algunos estamos acurrucados con un balde tirando el agua hacia afuera mientras otros simplemente observan con agrado los agujeros que hacen que el barco se hunda, es más, no solo los observan, sino que los esconden, los consienten, los aprovechan.

Pero hay esperanza. La esperanza es saber que aún hay funcionarios con la suficiente conciencia para entender que, además de sacar baldados de agua, hay que mirar al horizonte, pero no individualmente, sino colectivamente.

Hace poco, reunidos con unos aprendices aprendÍ que la principal sensación que se debería tener como funcionario ante, lo que osamos llamar “nuestro principal activo”, no porque no lo sea, sino porque no lo vemos como tal; es vergüenza. Vergüenza por no estar a la altura de los proyectos de vida de personas que, con un gran sacrificio emocional, familiar y económico, se disponen cada día para asistir a la formación. Si usted instructor, funcionario, no siente un poquito de vergüenza porque siente que está haciendo bien su trabajo, es porque tal vez es uno de los que, mirando hacia el suelo, solo se está dedicando a sacar agua a baldados del barco. Porque señoras y señores, si este barco algún día se hunde será única y exclusivamente responsabilidad de sus tripulantes porque no fuimos capaces de vernos en el otro como igual, porque nunca entendimos que desde siempre la humanidad ha evolucionado solo cuando trabaja en equipo, porque estamos anquilosados en nuestras propias verdades y no reaccionamos al cambio, porque no entendimos que nuestra misión como servidores públicos no era solo para servirnos nosotros y nuestras familias, porque mareados en el hedor de los egos no tuvimos más opción que vomitar, sacudirnos y seguir con una mano remando y con la otra sacando agua.

Pero hay esperanza. Hay esperanza cuando, ocasionalmente encontramos en el otro a un interlocutor respetuoso que, con argumentos y sin tanta emocionalidad, habla y escucha, sobre todo escucha. Cuando esas hormiguitas silenciosas que no hablan, no porque no sepan, sino porque no se les escucha, empiezan a dar su opinión. Cuando un aprendiz se incomoda porque siente que su formación no le está haciendo crecer. Cuando un instructor entiende que el espacio que ocupa o los elementos que usa no son de su propiedad y los pone al servicio de todos.

Esta es una invitación a creer que es posible. No importa que veamos a instructores que tienen dos o tres trabajos más, no sé en realidad como lo logran, o son muy capaces para responder con excelencia en todos, o son unos mediocres que a nada le dan su ciento por ciento. Es posible, aunque haya funcionarios cuyo lema sea “entre menos tenga que hacer mejor”. Hay esperanza, aunque la respuesta de algunos directivos para la mayoría de situaciones que se les presentan es “no se puede” o “ya no se que hacer”. Incluso hay esperanza, aunque hay quienes se atreven a renegar de un hotel y una comida en Santa Marta solo porque, sentados en su razón, se sienten con el derecho de hacerlo, y hay una distancia enorme entre renegar y reclamar. Y hay esperanza porque son más los instructores que dan el cien por ciento dedicando toda su vida a su trabajo, son más los funcionarios en general que hacen incluso más de lo que les toca, son más los que tienen siempre una alternativa de solución o una propuesta y son más los que agradecen la bendición del disfrute en cada beneficio que se recibe por parte de la institución. En este punto imagino que los especialistas en reniegos estarán pensando “es que antes si eran confraternidades, es que antes si había beneficios, es que antes…” pues les tengo una noticia compañeros “renegados” los que más tiempo llevan en la nave deberían ser los que mayor responsabilidad tienen de su estado actual.

Este es entonces un llamado a la unidad. Y la unidad no es cantar tomados de la mano alrededor de una fogata, es la unidad de criterio, la unidad de sentido y de visión, la unidad de compromiso, la unidad de responsabilidad, la unidad en el respeto, la unidad en las formas de actuar bajo el principio fundamental de que los recursos públicos son sagrados y nosotros sus custodios. Y eso se hace de dos maneras fundamentalmente, vigilando y denunciando. Para ello hay múltiples mecanismos, seguros y efectivos, algunas veces demorados, pero alguien lo tiene que hacer, y si no somos nosotros, quién, y si no es ahora, cuándo, y si no es en mi lugar de trabajo, dónde.

La unidad también desde la diferencia, porque el disenso es el principio de la evolución. Mirar al horizonte solo con un par de ojos deja muy pocas alternativas. Todos en su mirada tienen un aporte que hacer. De hecho, lo hacemos, desde nuestro lugar, pero este llamado es también porque hay una urgente necesidad de pensar cuál es el camino institucional que va a trazar el SENA para el mediano y largo plazo. No podemos solo quedarnos sentados al margen a esperar a ver que “directrices” llegan para actuar, esa modalidad NO ESTÁ FUNCIONANDO.

Qué hacer entonces, lo primero sería escucharnos, encontrarnos y reconocernos, en el orden que sea, el resultado debería ser el mismo, sería imposible que de la interacción de tantas personas tan capaces, preparadas y positivas no resulten ideas, propuestas, proyectos e iniciativas que nos permitan dar ese paso, ese difícil primer paso, que no se sabrá cuál es hasta que nos pongamos en acción y no necesariamente en acuerdo.

 

Juan Pablo Monroy Quintero

INFORMATIVO 002