Nos encontramos en un momento decisivo. Hoy más que nunca, debemos recordar quiénes somos y qué representamos como funcionarios del SENA. ¡Somos la columna vertebral de esta institución, guardianes de su misión histórica! El SENA no es solo una entidad educativa, ¡es el motor del progreso de miles de colombianos! Y es nuestra responsabilidad salvaguardar ese legado, defendiendo con uñas y dientes lo que nos pertenece a todos. Venimos de diferentes lugares, con diversas perspectivas y experiencias, pero eso es precisamente lo que nos hace más fuertes. ¡Nuestra diversidad es poder!
No siempre estaremos de acuerdo, y está bien. Pero lo que no podemos permitir es que esas diferencias destruyan el respeto mutuo, ¡el cimiento sobre el que se construye cualquier espacio laboral digno! Nos debemos a nuestros compañeros, a nuestras comunidades y, sobre todo, a la misión que nos ha sido encomendada: formar a los futuros trabajadores y líderes de este país.
¡Respetémonos y trabajemos juntos, porque la unidad es el arma más poderosa que tenemos! Sabemos que existen diferentes sindicatos, ¡y eso es un derecho sagrado! Pero no permitamos que las diferencias entre nosotros se conviertan en grietas por donde se cuele la corrupción y la politiquería.¡Aquí no estamos para intereses mezquinos! La verdadera fortaleza de nuestro centro de formación radica en la unidad de sus trabajadores pese a las diferencias de las organizaciones sindicales. Si permitimos que la división nos fragmente, habremos cedido ante quienes quieren manipularnos para su propio beneficio.
¡Basta ya de dejar que los partidos políticos corrompan nuestra misión! ¡Defendamos al SENA de esas manos sucias que buscan destruirlo! Somos más los que entendemos que no se deben seguir ciegamente las indicaciones de unos cuantos.
¡Compañeras y compañeros! Somos servidores públicos, y nuestro deber no es con un partido, ni con intereses individuales, ¡es con nuestros aprendices, con nuestras comunidades y con la nación! Nos toca ser los vigilantes implacables de la integridad de esta institución. Denunciemos con valentía las irregularidades, ¡sin miedo! Porque sabemos que nuestra lucha es justa. ¡El SENA no se toca! No podemos permitir que la manipulación política y la corrupción destruyan lo que tanto hemos construido con sudor, dedicación y años de esfuerzo. Nuestra misión es clara: ¡proteger la esencia del SENA, denunciar a quienes quieren desviarnos del camino, y garantizar que el respeto y la justicia prevalezcan!
Hacemos un llamado a la reflexión. ¿Estamos defendiendo esta institución con el compromiso que merece? ¿Estamos rechazando firmemente la corrupción, el clientelismo, la politiquería? ¿Estoy ayudando a financiar a los mismos que están entregando en bandeja nuestra institución? ¡Este es el momento de dar un paso al frente! Solo unidos, dejando atrás las diferencias, podremos devolverle al SENA el brillo y la dignidad que le corresponde. ¡Juntos, y solo juntos, lograremos proteger nuestra casa, nuestra misión, y el futuro de miles de colombianos!
¡SETRASENA presente, presente, presente!
¡Muchas gracias!
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